LA
ECONOMIA DEL BIEN COMÚN
Es un proyecto impulsado por Christian
Felberg, que empieza a crearse en 2010 y que pretende ser una alternativa económica
a los modelos que existen hoy en día.
Su máxima es pasar de la competencia y
el lucro que existe actualmente, a la cooperación y a la contribución del bien común.
No pretende ser una idea inamovible o obligada, ya que parte de la
concienciación ciudadana, porque somos nosotros los que escogemos adaptarlo a
nuestra vida personal, comunitaria o empresarial.
Objetivos
principales:
"Uno de los objetivos es recuperar valores fundamentales
de la sociedad, tales como la dignidad del ser humano"
Christian Felberg
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Crear
un sistema económico que se base en el bien común y no en cifras de dinero.
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Dar
facilidad desde las administraciones a aquellas empresas que contribuyan y
generen más bien común.
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Eliminar
las desigualdades económicas tan polarizadas.
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Proteger
al medio ambiente.
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Crear
una sociedad más justa.
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Generar
una participación ciudadana a través de la cooperación.
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Concienciar
de la importancia de todos estos objetivos anteriores.
Cómo
funciona la economía del bien común?
En el enlace siguiente encontrareis un
video donde el autor de este proyecto explica resumidamente como funciona. En
este caso explica cómo se realiza en empresas, pero esto también se puede
trasladar a lo particular y comunitario:
Una vez visto el video, podéis entrar
en la pagina “economia-del-bien-comun.org”, donde encontrareis información
detallada y podréis observar la Matriz del bien común, la tabla balance para
Municipios del bien común, objetivos, etc.
Algunos
puntos centrales de la economía del bien común:
1. La economía del bien común se basa en los mismos valores que
hacen florecer nuestras relaciones: confianza, cooperación, aprecio,
democracia, solidaridad. Según recientes investigaciones científicas conseguir
buenas relaciones es la mayor fuente de motivación y felicidad de los seres
humanos.
2.
Como el beneficio
financiero es ahora un medio, y deja de ser un fin, las empresas pueden
esforzarse hacia su tamaño óptimo. No tienen que temer ser adquiridas, o
sentirse obligadas a crecer para ser más grandes, más fuertes o con mayores
beneficios. Todas las empresas están liberadas de la coerción de crecer y
tragar.
3.
El horario de trabajo
retribuido se verá reducido escalonadamente hacia la marca, deseada por mayoría
de 30 a 33 horas semanales. De este modo queda tiempo libre para otros tres
campos de trabajo de gran importancia: trabajo de relaciones y cuidados (niños,
enfermos, ancianos), trabajo de crecimiento personal (desarrollo de la
personalidad, arte, jardín, ocio), trabajo en la política y actividades
públicas. Como consecuencia de este reparto más equilibrado entre las distintas
actividades, el estilo de vida se hará más suficiente, menos consumidor, y más
sostenible.
4.
Para afianzar en los
niños los valores de la economía del bien común y poderlos practicar, el
sistema de educación debería estar orientado igualmente hacia el bien común.
Esto requiere otra forma de enseñanza y otros contenidos, como por ejemplo:
emocionología, ética, comunicación, educación democrática, experiencia de la
naturaleza y sensibilización corporal.
5.
El éxito económico no
es medido por indicadores monetarios como el beneficio financiero o el BIP,
sino con el balance del bien común (a nivel de empresas) y el producto del bien
común (a nivel de sistema). El balance del bien común se convierte en el
balance principal de todas las empresas. Cuanto más social, ecológica,
democrática y solidaria sea la actividad, mejores serán los resultados del
balance del bien común alcanzados. Mejorando los resultados del balance del
bien común de las empresas en una economía nacional, mejorará el producto del
bien común.
Yo soy tú
Para que esto se
lleve a cabo hace falta un cambio de actitud y de hábitos en lo personal y
empezar a visualizar las cosas como un algo comunitario. En el libro “Yo soy tú , propuesta para una nueva
sociedad” de Diego Isabel La Moneda, nos propone y aporta ideas para ello.
Laura Martinez
Laura! Economia sostenible...suena a hamburguesa vegetal. Contradictorio...pero beneficioso! Que el crecimiento económico deje de ser un fin es un posible paso para el futuro. Creo que el proyecto presenta muchos conceptos y planteamientos que conforman la economía del bien común… así como el decrecimiento, la economía social, el buen vivir… digamos que son alternativas al sistema actual que parten del reconocimiento del fracaso del mismo… y en cada cultura reciben al menos un nombre distinto. Bienvenido sea!
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